Cuando uno es emprendedor durante varios años indudablemente acumulas experiencias, vivencias, errores y aciertos. Cosas que harías de manera diferente y otras que volverías a hacer exactamente igual.

A lo largo de estos años, he fundado empresas que han tardado 3 años en poder abrirse y en las que cada banco al que pedía financiación me decían que era una pésima idea y que han acabado internacionalizándose.

He comenzado a desarrollar conceptos desde el salón de mi casa para terminar inaugurando locales en Nueva York o Londres, pero también he tenido entre manos proyectos y  empresas que han fracasado y que nunca han visto la luz. En definitiva,  he tomado grandes decisiones también  he fallado estrepitosamente por el camino.

Mientras construía mis empresas, en paralelo me he ido fijando siempre otro tipo de retos: personales y deportivos, que me han enseñado a desarrollar metodologías, basadas en objetivos y éstos se han convertido en mi motor de vida. 

Todas estas experiencias vitales han forjado quién soy a día de hoy y como speaker busco inspirar a otros transmitiendo lo que me hubiera gustado saber a mí antes de lanzarme a por todos estos retos. 

Mi ilusión es poder aportar mi granito de arena en el camino de otras personas y devolverle al mundo la suerte que he tenido de poder dedicar mi tiempo a proyectos y objetivos que me apasionan.